sábado, 24 de abril de 2010

Veo Veo...

una cosita..... y que cosita es??? asi comenzaba aquel juego de guardería, asimismo me gustaria hablar de lo que pasa por mis ojos cuando estoy subido en ese vehiculo de dos ruedas y pedales que tengo como inseparable amigo, como compañero de aventuras.

Pues resulta que este trabajito me permite conocer la cuidad hasta sus entrañas, ademas de recorrerme las calles de arriba abajo, mi tarea consiste en recoger y llevar "el mensaje" desde donde me pidan hasta la misma silla donde este sentado su destinatario . Pues bien, en ese largo camino no sólo se callejea, sino que además tienes que adentrarte en edificios de lo mas variados, ya sean públicos o privados. Asi ves como "vive" cierta gente, a la que no precisamente le falta el dinero.

Sí amigos, camino a través de la alta sociedad, voy a embajadas, palacios, galerías de arte, ministerios, edificios vigilados que necesitas una tarjeta para poder utilizar el ascensor, otros que necesitas una llave que no tienes y te toca subir al cuarto piso, ascensores sin botones en los que te habla alguien, tu alucinas y te llevan, o los mejores: los que tienen bancos dentro del ascensor!!!, cruzo el Danubio para ir a un rascacielos de 50 pisos, hospitales, edificios pijisimos, hoteles 5 estrellas...

Y como era de esperar: Cliente pijo = Mensaje pijo, es decir, que en mi mochila entran cantidad de cosas curiosisimas, aparte de sobre y cajas, como por ejemplo entradas para la opera, cine, conciertos..., portatiles, PDAs, i-phones, dinero, chocolates, he llevado flores (también a un enfermo en el hospital), he llevado ropa, trajes, bolsos y demas complementos de tiendas pijas a señoras pijas, y también ropa sucia a lavanderías,.......

Pero no todo eran flores, a veces no hay mucho curro y me toca esperar una hora, asique no tengo otra que buscarme cobijo en cualquier lado, ya sea en un super comiendome un bocadillo junto a mi amiga la cajera, en un Macdonals o en cualquier portal, pero menos mal que la primavera ya está aqui, ahora si, ahí estoy yo, tumbado en un banco de una centrica plaza vienesa, cual vagabundo tomando el sol en un dia primaveral de este año presente, esperando una llamada que me devuelva a la actividad, que le devuelva a mis ojos mas cosas que observar